Asamblea abierta 24h V (Pasar pagina)

Aun recuerdo como empezo todo (musica de arpa, imagenes en espiral, viaje al pasado).

Mayo de 1999, salia caminando por las calles de Sniace despues de una entrevista con la jefa de personal de Papelera de Besaya cuando de repente... me tropiezo con un vecino que por aquellos años estaba en el comité de empresa de Sniace.

¡Coño! ¿que haces por aquí? Me pregunta.

Nada, vengo de hacer una entrevista de trabajo para Papelera. Conteste.

En ese momento empezo todo. Entré el 9 de agosto en la parada de verano, salí el 5 de septiembre del 2011. Doce años de relacion amor odio con Papelera de Besaya

Los veteranos de Papelera de Besaya siempre recordamos como era antes, al principio, aunque no ha cambiado mucho en algunos aspectos (como la organización que siempre ha sido una puta mierda), los comienzos fueron especialmente duros fisica y psicologicamente. Gritos, condiciones de trabajo extremas, situaciones absurdas, juventud, inexperiencia, falta de carácter, etc...Uno de los primeros trabajos absurdos que me mandaron fue vaciar la trinchera de las bombas de carbonato con un cubo de agua, dicho asi no parece una trabajo nada extraordinario, solo falta añadir que el cubo estaba descojonado, vamos que hice el subnormal durante 3 dias. Eso si, con la supervision del jefe de turno, que bajaba de vez en cuando para ver hasta donde me llegaba el caolin.

Los gritos eran de los veteranos que mas que seleccionados por sus cualidades en el trabajo debieron elegirles por los decibelios de sus voces o silbidos, ¡joder! que broncas, no era nada personal en contra de los novatos, seguramente a ellos les enseñaron de la misma manera. Despues te invitaban a una cerveza o un blanco y todo arreglado.

Al principio todos pasabamos por maquina y el que no valia por la razon que fuese le destinaban a otro sitio. Yo empece ahi, en el equipo de Tori y al ver que no tenia mucha iniciativa a la hora de coger la manguera de aire me mandaron con las ratas, a la embaladora. Una maquina infernal tambien , pero no era la peor. De alli a la cocina y cuando la semiautomatizaron fui a pastas. La soledad de pastas, como me decia un jefe de turno.
El primer dia que me dejaron solo en esa seccion el jefe de turno (Sordo) no queria trabajar conmigo, nada personal como ya he dicho, pero un novato en pastas tenia sus peligros... y yo los confirme todos. Alli aprendi a defenderme, a gritar mas alto, que la culpa de todo la tiene Yoko Ono (vamos, que todos menos yo),en fin, lo necesario para sobrevivir en esa jungla laboral.Ya sabeis como me enseñaron, los compañeros de seccion con empeño y dedicando el poco tiempo que les quedaba libre durante el trabajo, los superiores a voces y aplicando el refran “cortando huevos se aprende a capar” ¡madre mia, que liadas!, sabiamos llevar las maquinas pero no sabiamos lo que haciamos con ellas, el tiempo y que entre unos y otros nos ibamos enseñando, mas algun curso por cuenta propia (porque la empresa nunca, nunca se molesto en decirnos en lo que realmente consisitia la fabricacion de papel) al final tenia una pequeña idea de lo que hacia, pero eso llego casi al final.

Fueron pasando los años y los jefes de produccion Ricardo, Marin, Sousa. Cada uno mejor que el anterior, hay que decir que se empezaba de un nivel subterraneo, cada vez que entraba uno nuevo se creaba una expectativa de cambio en la metodologia de trabajo, seguridad, respeto, pero el tiempo nos demostraba la cruda realidad, que cambios a mejor muy pocos, empezaban con buenas palabras pero luego...luego simplemente te tenias que buscar la vida para sacar el trabajo adelante, como siempre. Ejemplo de esa metodologia es que con todo el dinero que se hizo en inversiones (que fueron muchos millones) no dedicaron ni un duro en formar a los trabajadores para el manejo de las maquinas y se tenia que aprender sobre la marcha. Con esto el desastre estaba garantizado. Parecia que era la unica fabrica de papel en el mundo, que estabamos descubriendo sistemas nuevos de produccion, habia que improvisar continuamente, cada dia era diferente, no existian apenas normas, ni manuales, solo habia un objetivo: sacar papel como fuese. Siempre habia un problema, o dos, o tres a la vez. Con todo esto no se como hemos durado 12 años, si la competencia lo hace peor ¿como sera la competencia? y si las sucesivas direcciones lo hubiese hecho mejor ¿estaria cerrada papelera y hundida?.

En fin chicos, esta historia se acabo, hay que pasar pagina, cerrar el libro de Papelera con mil anecdotas, como la de las gafas de Contreras que dicen que se le cayeron en el pulper de guillotina y aparecio una patilla dentro del papel en la pope, muchos misterios sin resolver como¿quien robo el microondas de oficinas? o ¿quienes eran los secuestradores del taco de madera donde se posaba el yugo de la grua?, frases celebres como la del dedo en el culo del portu o el hombre que susurraba a los refinos, enfermedades especificas de Papelera como el sindrome de Escalada, compañeros como Ipi (antiguo responsable de seguridad e higiene) que cuando entraba Marin a oficinas se escondia debajo dela mesa, jefes incompetentes, sindicalistas con actitudes mafiosas, accidentes de trabajo y suma y sigue.

Realmente es una pena con lo bien que lo hemos pasado y todo el esfuerzo que habiamos hecho en esa empresa. Pero bueno, hay que ser positivo cuando se cierra una puerta se abre un ventana o mejor dicho cuando se cae el techo se abre una ventana de la hostia, eso si, hacia cielo.

Me llevo un puñado de amigos, muchos buenos compañeros y la idea que despues de haber trabajado aquí lo puedo hacer en cualquier otro sitio.

Sobre los sindicatos y sindicalistas no voy a decir nada que no haya dicho en anteriores entradas y comentarios, muchas veces eran parte del problema y no de la solucion. Aprovecho para pedir disculpas a la seccion sindical de CCOO (Raul, Toro, Manuel) por haber abusado de su confianza publicando y escribiendo cosas que no debia y haberles metido en algun que otro follon.

A mis jefes les deseo suerte y que su futuro laboral este lejos del mio. Fue una pena lo del tejado porque iban camino de cerrar dos veces la misma empresa, eso no lo hace cualquiera.

Al resto de trabajadores les seguire viendo en las asambleas y otros eventos, espero que todos encontremos trabajo de una manera u otra y que cumplamos el compromiso de ayudar a que se recoloque hasta el ultimo trabajador de NPB.

Vamos a echar mucho de menos a la Papelera por el horario, la cercania a casa, el sueldo, que ya teniamos controlado el trabajo, pero sobre todo, sobre todo...por los compañeros.

Asi que, lo dicho: Adios, Papelera, Adios.

¡HA SIDO UN PLACER TRABAJAR CON VOSOTROS!