21 de noviembre de 2012
Asamblea abierta X (La realidad, contada por nosotros).
PAPELERA DE BESAYA:
LA REALIDAD, CONTADA
POR NOSOTROS
Se ha
formado la opinión, entre los ciudadanos de la comarca, que el problema que
afectaba a los ex–trabajadores de la Papelera de Besaya, estaba felizmente resuelto. Y no es así.
Antes de
formar el nuevo G. Regional, en plena campaña electoral, el PP – con Diego a la
cabeza – nos aseguraban, con fingida vehemencia: “… y esto lo arreglamos nosotros…”. Ya en el gobierno, tras rechazar
el proyecto que se les presentó por el comité, demostraron escaso interés en la
reapertura de la fábrica y, con ello, preservar el debilitado tejido industrial
de Torrelavega. Eso sí, – con luces, fotos y taquígrafos – formalizaron un
compromiso de recolocación de todos los trabajadores que, previa liquidación de
NPB – con una comisión de seguimiento incluida –, presumían garantizar “puestos
de trabajo estable y de calidad”.
Catorce
meses después, afirmamos, con frustración e impotencia, que el plan de
recolocación ha sido un fracaso. Los veintitantos que han sido recolocados,
fueron con el pretexto de la consabida crisis, en condiciones económicas y
laborales deplorables.
Tenemos
datos, se pueden dar datos.
Ante esta
situación de ineficacia, los ex–trabajadores de NPB, hemos trasladado a la
Corporación de Torrelavega y a su alcalde, una propuesta concreta: la creación
de una cooperativa, que daría trabajo a veinte personas, para la transformación
y manipulación de papel, en las naves de La Sala y almacén, cuya maquinaria e
infraestructura quedaron intactas tras el derrumbe. Y lo hemos hecho, desde la
necesidad y voluntad de trabajar, pero también desde la certeza de que es
proyecto posible, de futura viabilidad y necesario por los puestos de trabajo
que garantiza. Y quedamos a la espera de que el Ayuntamiento ejerza la presión
política necesaria, para solventar la intervención judicial que pesa sobre las
instalaciones de NPB e impedir que, a merced de este litigio, las naves que
solicitamos queden, definitivamente, inservibles.
Deberá
llegar un momento que erradiquemos, de nuestro acervo cultural, todas esas gracietas populistas que suelen hacer,
impunemente, muchos políticos, al pairo de la euforia electoralista,
exigiéndoles –más allá de la ética– respeto. Y, aunque se sientan invulnerables
(y exonerados), tras un montón de votos, recordarles que, el dolo –engañar a
sabiendas– está tipificado como delito en el derecho penal.
Los
ex–trabajadores de NPB, ahora, ya
exigimos hechos concretos. Es el momento de hacerlo.
¡PAPELERA: SOLUCIONES YA!
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